Tener roedores en nuestra vivienda como inquilinos puede traernos una serie de problemas, enfermedades e incluso accidentes. Estos tienden a generar mordeduras a cualquier artefacto, incluyendo cables eléctricos, pudiendo ocasionar algún tipo de descarga o incendio.
Asimismo, los roedores transmiten una serie de enfermedades y suelen alojarse en los espacios más recónditos gracias a su blando esqueleto. Para evitar la permanencia de estos desagradables y dañinos animales, es importante tomar una serie de medidas de higiene y protección, entre las que podemos destacar el sellado absoluto de huecos y la eliminación de residuos de comida o desperdicios.
En el caso de las ratas hay todavía más inconvenientes adicionales. Estas portan en sí otras plagas como pulgas, garrapatas o ácaros, aumentando el riesgo de malestares y dolencias. En el siguiente post, te contamos las principales enfermedades causadas por los roedores, especialmente por las ratas y ratones, más comunes en casa
¿Cuáles son las principales enfermedades que causan los roedores?
Cuando hablamos de roedores, nos referimos principalmente a ratas y ratones, aunque también entran en esta clasificación los perros de la pradera, marmotas, ardillas de tierra, castores y topos. Todos estos, portadores de enfermedades, pueden acercarse fácilmente a los humanos.
A continuación, te presentamos las principales enfermedades causadas por la presencia de roedores:
Salmonellosis
Esta bacteria se produce a través del consumo de bebidas y/o alimentos contaminados con heces de roedores, pudiendo afectar a la salud de personas y animales domésticos. Al ser infectados, los síntomas suelen presentarse pasadas doce horas. Entre ellos destacan la fiebre, vómito y diarrea y, en ocasiones, dolores abdominales.
Es importante señalar que al estar una persona contagiada puede transmitir fácilmente la enfermedad a otras, por lo que se debe desinfectar las superficies que haya podido tocar y su higiene completa como tal.
Leptospirosis
Es una infección que se transmite a través de la orina de los animales infectados y el contacto con el agua o alimentos contaminados. Además, puede vivir activa por semanas en el suelo.
Cabe destacar que esta enfermedad no se contrae solo a través de la ingesta, sino que además se puede contagiar por las membranas de las mucosas de los ojos y nariz e, incluso, por alguna herida abierta en la piel. Dentro de sus síntomas destacan: escalofríos, dolores de cabeza y musculares, náuseas o vómitos, diarrea y/o enrojecimiento de la vista.
Fiebre por mordedura
Existen dos variantes de infección por la mordida de roedores, conocidas como Streptobacillus moniliformis y Spirillum minus. En cuanto a sus síntomas, se diferencian una de la otra por la gravedad: la última suele ser más prolongada y complicar las sintomatologías, pudiendo presentarse en el peor de los casos infecciones de corazón, cerebro, pulmones o generando quistes en los órganos internos.
Peste
Los roedores son reservorios de bacterias, en el caso de la Yersinia pestis varía entre las pulgas, transmitiéndose a las personas por medio de las picaduras, el contacto con animales contagiados o las partículas por medio de la saliva. Además de esto, de su forma de transmisión dependerán los síntomas y los tipos de peste: bubónica, septicémica y neumónica.
Y así muchas enfermedades más como: toxoplasmosis, capilariasis, hidatidosis, entre otras.
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